El fallido despido de De Vido
Agencia Maldita Realidad
En otro montaje de campaña burdo y caprichoso del PRO, el día de ayer la cámara de diputados intentó expulsar del parlamento al ex ministro de Planificación de los gobiernos de CFK, Julio De Vido, en un procedimiento de manual que falló más por incompetencia propia que por serios reparos éticos a la propuesta. Es que el cinismo y la hipocresía de los cruzados que encabezaron la persecución judicial y mediática a todo lo que huela a K, alcanzó en esta oportunidad ribetes tan ridículos como las acusaciones que se le hacen al diputado en cuestión. Desde las palabras rimbombantes de Lilita Carrió hasta las habituales sandeces del presidente, desde el absurdo y la autorreferencia. Continúan llevando adelante sus desfalcos y chambonadas como si el país no estuviese suficientemente arruinado, como si la situación de su sistema monetario no fuese precaria –pronta al estallido-, y como si la estanflación que arrancó con su gobierno no hubiese dejado un tendal de millones de pobres dispuestos a volver a la era de Cristina. Ahora se ven asombrados porque las encuestas, y sus propias herramientas de marketing político, les indican que hay que frenarla y que debe concretarse su inevitable detención, a manos de la banda de Bonadío.
Como si esto fuera poco, en una maniobra más de espionaje avieso y mafioso, se infiltraron en el correo electrónico privado de Sergio Massa, líder de 1País, y sus cuatro dirigentes más importantes, leyendo su hoja de ruta a pesar de que ya habían pactado con ellos el raje injustificado a De Vido. Esto no les impidió denunciar al gobierno y a la jefatura de Cambiemos, asumiendo el rol de víctimas que tanto les gusta interpretar, al igual que sus colegas del PRO. En efecto, otro juego de propaganda electoral para intentar separarse de un gobierno inescrupuloso y a la vez avalar que los K son todos unos ladrones, y promover la prisión o proscripción de Cristina. La alternativa de Randazzo no es otra cosa que un intento de Magnetto de quitarle votos a CFK. En Maldita Realidad adscribimos a la hipótesis de Víctor Hugo Morales, en cuanto resulta evidente que quien imparte las principales políticas a nivel nacional es el multimedios Clarín, siendo Macri –el CEO mayor-, un mero títere al que sus mismos amigos millonarios pueden darle vuelta la cara cuando deje de serles útil. De todos modos, sus maquiavélicos manejos en el aparato judicial argentino le posibilitan todavía crear y hacer prosperar causas para extorsionar a sus rivales políticos. El fallido despido de De Vido es sólo una mancha, apenas un lunar dentro de la magnitud de actos oprobiosos, engaños y contubernios para imponer un modelo económico atroz y excluyente para las grandes mayorías del pueblo argentino, que cotidianamente perpetra el gobierno macrista en grandes cantidades. Gane, pierda o empate en las próximas PASO, su cóctel de represión, endeudamiento, robo y entreguismo continúa su marcha hacia otro abismo social argentino, muy pero muy parecido al de 2001.
