Iris por la noche

Una tarde brumosa, con la guía de otro,

los dos andábamos a tientas hacia el lado de Malvern,

los últimos campos húmedos y los setos goteantes de casa.

Entonces se produjo un momento de luces confusas,

de acuerdo a la creencia en Roma

fueron vistas de viejo en las alturas de Memphis

antes que los fragmentos de un sol pasado

pudieran concentrarse de nuevo y elevarse como uno.
La luz era una pasta de pigmento en nuestros ojos.

Y entonces había una luna y luego una escena tan húmeda

hasta parecer submarina, en la cual los dos nos paramos saturados, hundidos.

El serbal mezclado con trebol en la tierra

tomó toda el agua que pudo mientras

el rocío, y aún el aire estaban saturados también,

la presión aérea se transformó en peso de agua.

Luego un pequeño arcoiris como una puerta enrejada,

un muy pequeño arco prismático hecho de luna,

se pararon muy cerca de nosotros por donde atravesábamos la tierra.

Y entonces nos concedieron un milagro

que jamás ocurrió a ninguna otra pareja

y que yo sólo he vivido para contarlo.

¡Una maravilla! El arco y el arcoiris mientras se inclinaba,

en vez de moverse con nosotros mientas nos íbamos

(para evitar que sean encontradas las vasijas de oro),
se levantó de su pórtico húmedo,

sus dos extremos nadando en varios colores

y los reunió en un anillo.

Y nosotros nos paramos suavemente sobre su círculo

de toda división del tiempo o enemigo que pudiera traer

en una relación de amigos elegidos.

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