La libertad de la luna

He tentado a la nueva luna reclinada en el aire,

sobre un brumoso racimo de árbol y granja

mientras tú te probabas una joya en el pelo.

La he sentido sutil con una pequeña amplitud de lustre,

sola, o en un ornamento combinando

con el inicio de un rocío casi brillante.

La puse brillando en cualquier lugar que me agradara.

Caminando despacio alguna tarde después,

la extraje de un cráter de árboles torcidos

y la traje sobre el agua lustrosa, más grande,

y la sumergí, y vi la imagen revolcarse,

el color huyó, todas clases de maravilla siguieron.

 

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