Un Edén de Invierno
Un jardín de invierno en un pantano de aliso,
donde los conejos salen al sol y retozan
tan cerca de un paraíso como pueden estarlo
y no se derrite la nieve o inician un árbol latente.
Eleva la existencia en un plano de nieve,
un nivel superior al de la tierra debajo,
un nivel más cerca del cielo arriba,
y las bayas del año pasado brillando en rojo escarlata.
Eleva una bestia adusta y lujuriosa
donde él pueda alcanzar y sostener su más alta hazaña,
en algún manzano salvaje de corteza tierna y joven,
lo que bien puede probar la más alta marca de faja del año.
Tan cerca del paraíso todo emparejamiento concluye:
aquí pájaros sin amor se congregan ahora como amigos de invierno,
satisfechos con la inspección de brotes. Ellos presumen
de saber cuáles brotes son hojas y cuáles son flores.
Un martillo de plumas da un doble golpe.
Este día de Edén está hecho a las dos del reloj.
Una hora de día de invierno puede parecer demasiado corta
para que la vida tenga su mérito mientras despierta y sale al ruedo.