En un árbol caído a través de la carretera

(Para escucharnos hablar)

El árbol que la tempestad, con un estruendo del bosque

lanzó justo enfrente de nosotros no impedirá

nuestro pasaje al fin de nuestro buen viaje,
pero sólo para preguntarnos quién pensamos que somos.

Siempre insistiendo en ello a nuestra propia manera.

A ella le gusta detenernos en nuestras pistas de carrera

y hacernos hundir en un pie de nieve

debatiendo qué hacer sin un hacha.
Y aún ella sabe que la obstrucción es en vano:
o nos apartarán de la meta final,

Lo tenemos escondido en nosotros para lograrlo,
mientras no tengamos que tomar la tierra por el polo.

Y cansado de circular sin destino en un lugar,

me enderezco para ir por algo en el espacio.

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