Río esperanzado
Tengo esperanza día tras día,
de una alegre consumación;
cuando todos mis amigos de manera festiva
me felicitarán.
Tengo esperanza de que pronto la hora,
aún en la más sombría perspectiva,
seré yo un Creador de toda felicidad,
y dejaré de ser subjetivo.
Tengo esperanza de que las campanas sonarán
con magníficos repiques,
y me llegarán noticias felices
del destino omnipotente.
Tengo esperanza en el día en que lo veré,
cuando con estremecimiento eléctrico,
me casaré aclamado con el mayor regocijo,
una victoria majestuosa.
Mi esperanza es ésta: que allí termine.
Un tío sabiamente pródigo,
desde la tierra, amasó una gran fortuna.
Y me la dejó a mí, un indigente.