Humanidad, te amo
Humanidad, te amo
porque preferirías ennegrecer las botas del éxito,
antes de indagar a quién pertenece el alma que cuelga de la cadena del reloj,
lo que sería embarazoso para ambas partes,
y porque aplaudes resueltamente todas las canciones
que contienen las palabras patria, madre y hogar,
cuando son cantadas a la vieja usanza…
Humanidad, te amo porque
cuando te ves apurada empeñas tu inteligencia
para comprar un trago y cuando estás ruborizada
el orgullo te aleja de la tienda de empeños y
porque continuamente cometes tonterías
pero más especialmente en tu propia casa.
Humanidad, te amo porque colocas perpetuamente
el secreto de la vida en tus pantalones y te olvidas
de que está ahí y estás sentado encima
y porque te encuentras haciendo poemas para siempre
en el regazo de la muerte. Humanidad,
te odio