Es tan temprano que aún está oscuro afuera.
Estoy cerca de la ventana con un café,
y las frecuentes ideas matutinas que pasan por el pensamiento.
Cuando veo al muchacho y su amigo caminando por la calle,
haciendo el reparto de diarios.
Usan capas y abrigos, y uno lleva una mochila en la espalda.
Están tan felices que no dicen nada, estos chicos.
Creo que si pudieran, se abrazarían.
Es temprano en la mañana y ellos están haciendo este trabajo juntos.
Van avanzando lentamente.
El cielo está aclarando pero la luna aún se refleja pálida sobre el agua.
Hay tanta belleza que por un minuto la muerte y la ambición,
aún el amor, no pueden arremeter en esto.
Felicidad. Viene en forma inesperada.
Y va más allá, realmente, cualquier amanecer habla de ello.