El nunca lo volvió a intentar

(Apología a Enrique de Inglaterra)

El escuchó la historia maravillosa y fue

al borde dorado de Klondyke;

pasó un año de juicio y trabajo,

y no encontró oro en abundancia.

Y hambriento y congelado retornó

cantando un triste estribillo;

dejó de anhelar pepas-

él nunca lo volvió a intentar.

Las alarmas de guerra sonaron fuerte en el aire,

y en un soldado se convirtió;

pero el Romance prontó perdió todos sus encantos

y la vida en el campamento era insípida.

La escena estaba rígida, la comida era mala;

él dormía bajo la lluvia;

su capitán era un canalla bestial —

él nunca lo volvió a intentar.

Conoció a una bonita Chica de Verano,

que robó su corazón,

ella era una pequeña piedra preciosa

y no podía decirle nada.

Pero cuando él le preguntó por su corazón,

ella buscó y buscó en vano;

por lo que le apenaba decir que no tenía corazón —

él nunca lo volvió a intentar.

Tres veces él lo intentó, tres veces falló;

no podía durar para siempre;

en el Puente de Harlem lloró y se lamentó,

y saltó a la bahía.

El agua fría, gritó por ayuda,

luchó poderosamente contra el oleaje;

no podía nadar, así que allí se quedó

él nunca lo volvió a intentar.

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