última voluntad y testamento
Dejás de agonizar por un rato pensando que quizás la verdadera esencia de la vida ha alcanzado su punto máximo (temporalmente) o que una decencia menor, una sensibilidad menor ha alcanzado una apacible certeza. Pero es ilusión, todo ilusión: la mierda es todavía mierda, la vieja estructura sigue firme en su lugar. Tendrás que soportar los mismos fantasmas vacíos de amor, las mismas caras de cartón, los mismos ojos sin ojos, la vieja oscuridad, la misma vieja oscuridad, el mismo golpe en la puerta con nadie del otro lado.
No nos quedamos sin diversión, tenemos aquí lo que necesitamos. Y mi deseo es bien simple, aunque no esté garantizado: que los muertos vivientes de esta vida no se mueran y luego resuciten, después de que la gracia de la muerte afortunadamente me rescate del monstruoso peso de esta pesadilla abrumadora.