Oda Plutoniana

I

¿Qué nuevo elemento ante nosotros permanece desconocido en la naturaleza?

¿Hay algo nuevo bajo el Sol?

Al fin el inquisitivo Whitman, en una épica moderna, detona el tema científico

primero escrito sin pensar por el Doctor Seaborg con mano ponzoñosa,

nombrado por el planeta de la Muerte a través del mar más allá de Urano,

cuyo mineral de submundo engendró este Caballero del Hades de magma en llanto,

Señor de las Furias revanchistas, billonario Rey del Infierno adorado una vez

con la decapitación de las ovejas negras, el rostro del sacerdote

apartado de los misterios subterráneos en el único templo de Eleusis,

Perséfone de verde primavera, casada con su inevitable Sombra,

Demeter, madre del rocío de asfodelo lagrimeante,

su hija encerrada en cavernas salitrosas bajo la blanca nieve,

granizo negro, la lluvia gris del invierno o el hielo Polar,

infinitas estaciones antes de que el Pez volara en el Cielo,

antes de que un Carnero muriera en el bosque estrellado,

antes de que el Toro estampe el cielo contra la tierra

o los Vecinos inscriban su memoria en el cemento o la plaga de

Cangrejos lave la memoria del cráneo, o el León aspire la brisa lila del Edén –

antes de que el Gran Año comience a cambiar sus doce signos,

antes de que las constelaciones rueden por veinticuatro mil soleados años

lentamente alrededor de su eje en Sagitario, ciento

sesenta y siete mil veces retornando a esta noche


Némesis radioactiva, ¿estabas ahí desde el principio
con tu negra lengua de muda sin oler la explosión de Desilusión?
Yo manifiesto tu Palabra Bautismal luego de cuatro billones de años

adivino tu cumpleaños en la Noche Terrenal, saludo

tu espantosa presencia tan majestuosa como la de los Dioses,

Shabuot, Jehova, Astapheus, Adonai, Elohim, Lao,

Ialdabaoth, Aeon de Aeon nacido ignorante en un Abismo de Luz,

las reflexiones de Sofía brillando en las galaxias reflexivas,

¡remolinos de espuma de estrellas, finos como la plata y los pelos de Einstein!

¡Padre Whitman, celebro una materia que brinda el Auto-olvido!

Gran Materia que aniquila a los horadores con manos y páginas de tinta,

viejos oradores inspirados por inmortalidades,

comienzo tu canto, con la boca abierta exhalando al cielo

sobre silenciosos molinos en Hanford, Savannah River,
Rocas Llosas, Pantex, Burlington, Albuquerque
grito a través de Washington, South Carolina, Colorado,
Texas, Iowa, New Mexico,
donde los reactores nucleares crean una nueva Cosa bajo el Sol,

donde las plantas de guerra Rockwell fabrican

su material de muerte en baños de nitrógeno,

Hanger-Silas Mason ensambla el arma secreta terrible

por diez miles, y donde Manzano Mountain alardea de guardar

su terrible decadencia a través de doscientos cuarenta milenios

mientras nuestra Galaxia gira en espiral alrededor de su núcleo nebuloso.

Ingreso a tus lugares secretos con mi mente, hablo con tu presencia,

le rujo a tu León Rugiente con boca mortal.

Un microgramo inspirado por un pulmón,

diez libras de pesado polvo de metal

se mueven lentamente a la deriva sobre los grises Alpes

la amplitud del planeta, ¿cuánto antes de que tu radiación

acelere el tizón y la muerte sobre los seres sensibles?

Entre mi cuerpo o no canto mi espíritu en tu interior,

Peso Inalcanzable,

Oh, pesado, pesado Elemento despertado,

vocalizo tu conciencia a seis mundos

canto tu absoluta Vanidad. Sí, monstruo de Cólera

nacido en el mayor temor

¡materia ignorante que jamás ha creado algo no natural para la Tierra!

¡Engaño de los imperios de metal!

¡Destructor de los Científicos yacentes!

¡Devorador de codiciosos Generales,

Incineradores de Ejércitos y Mezcladores de Guerras!

¡Juez de Jueces, Viento Divino sobre naciones vengadoras,

Abusador de Presidentes, Escándalo de Muerte de políticos del Capital!

¡Ah, civilizaciones estúpidamente industriosas!

¡Llagas gangrenosas de multitudes cultas o iletradas!

¡Espectro Manufacturado de la razón humana!

¡Oh, imagen solidificada de practicante en Artes negras

me atrevo a tu realidad, desafío a tu mismo ser!

¡Publico tu causa y efecto!

¡Giro la rueda de la Mente sobre tus trescientas toneladas!

¡Tu nombre ingresa al oído de la humanidad!

¡Encarno a tus últimos poderes!

¡Mi oratoria avanza sobre tu jactancioso Misterio!

¡Este aliento disipa tus miedos fanfarrones!

Canto tu forma al final detrás de tus paredes

de hierro y cemento dentro de tu fortaleza

de goma y escudos de silicona translúcidos

en gabinetes y baños filtrados con aceite de torno,

mi voz resuena a través de las cajas,

lingotes y latas con guantes de robot,

y hace eco en las inertes bóvedas eléctricas de la atmósfera,

ingreso con el espíritu en voz alta

en tu sótanos con tambores y barras de combustible

en los tronos silenciosos y las camas de plomo, ¡Oh, Densidad!

¡Este himno liviano suena trascendente

a través de las cámaras ocultas y rompe las

puertas de hierro del Cuarto Infernal!

Sobre tu espantosa vibración esta calculada armonía

flota audible, estos tonos jubilosos son miel y leche

y agua dulce como el vino

vertida en el piso de piedra negra, estas sílabas son

monedas de cebada esparcidas en el núcleo del Reactor,

invoco tu nombre con vocales huecas, ensalmo tu cercano Destino,

mi aliento cercano siempre inmortal a tu lado

para Hechizar tu destino, ¡establezco este profético verso

en las paredes de tu mausoleo para llenar tu Eternidad con

Verdad de Diamante! Oh, condenado Plutonio

II

El Abogado estudia la historia plutoniana desde medianoche

iluminado con lámparas callejeras de Vapor de Mercurio

hasta la temprana luz del amanecer

contempla una política tranquila diseminada

en las proliferantes y horriblemente armadas

formas de pensamiento burocrático de las Naciones,

las industrias Satánicas proyectadas repentinamente

con la Fuerza de Quinientos Billones de Dólares alrededor del mundo

al mismo tiempo en que este texto es ajustado en Boulder,

Colorado frente al rango frontal de las Montañas Rocosas,

doce millas al norte de la Fábrica Nuclear Rocky Flats

en los Estados Unidos de Norte América,

Hemisferio Occidental del planeta tierra,

seis meses y catorce días alrededor de nuestro Sistema Solar

en una Galaxia Espiral,

el año local luego del Dominio del último Dios

mil novecientos setenta y ocho

completado como las nubes amarillas del amanecer brillando en el Este,

sobre la ciudad blanca de Denver

elevándose hacia el transparente cielo Azul

profundo y espacioso hacia el vacío

de una estrella matutina alta sobre el balcón,

encima de los autos sentados con sus ruedas frenadas

en su descenso por la colina

desde la dentada Pine Ridge de Flatiron,

los prados de la montaña iluminados por el sol,

inclinados hacia la piedra arenisca de color rojo óxido

los acantilados por encima de los techos de ladrillo de las casas de la ciudad

como el silbido despierto de los gorriones a través de los

verdes árboles de verano de Marine Street.

III

Esta oda a ti, oh, Poetas y Oradores que vendrán, tú

padre Whitman mientras estoy a tu lado, ustedes,

Congreso y pueblo Americano,

Ustedes, pensadores presentes, amigos y maestros espirituales,

tú, oh Maestro de las Artes de Diamante,

toma está rueda de sílabas en tu mano, estas vocales

y consonantes hasta el final de la respiración

toma esta inhalación de veneno negro en tu corazón,

exhala esta bendición de tu pecho en nuestra creación

bosques, ciudades, océanos, desiertos, cañones y montañas

las Diez Direcciones, pacifica con la exhalación,

enriquece esta Oda Plutoniana para explotar su trueno vacío

a través de mundos-pensamiento terrenales

magnetiza este aullido con compasión cruel,

destruye esta montaña de Plutonio con mente ordinaria

y el discurso del cuerpo,

empoderando así este espíritu guardián de la Mente que se ha ido,

se ha ido, más allá, se ha ido más allá de mí, al espacio Estelar,

¡así, oh!

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