muerto
El escribió una novela loca y divertida sobre increíbles episodios románticos, y sus palabras danzaban con un espíritu de risa, burla y juego. La novela lo hizo famoso, y siguió escribiendo otras pero ninguna como la primera. Luego dejó de escribir, vino aquí desde su tierra natal para ser profesor en una universidad sureña. Usaba su saco, su corbata y su dignidad como pruebas de respetabilidad mientras sus estudiantes lo esperaban para volverse salvajes, derribar las paredes, golpear vasos, superiores, mentes. Y los semestres pasan, temporadas quietas. R.I.P.