¡mentiroso, mentiroso, pantalones cagados!
Unos cuantos tipos sentados bebiendo y Luis comienza de nuevo, dice que estaba en la habitación tirándose a una mujer cuando de pronto ella le dijo:
-¡Es mi esposo! ¡Escuché la llave en la puerta!
Luis saltó, sólo había una vía de escape, la ventana del baño. Eran dos pisos para abajo pero fue por ella, dejando sus pantalones, su camisa, zapatos, todo. Se trepó a la ventana, con el culo al aire, y descendió aferrándose a la cañería. Cuando le faltaba un cuarto de caño, se cayó al suelo, se levantó con el tobillo torcido y cojeando llegó hasta su auto. Lo arrancó con estrépito y se perdió en la noche, completamente desnudo pero vivo.
Los tipos se rieron.
-Hombre, saliste bien parado.
Del modo en que yo lo veía, Luis jamás pudo haber encendido el auto sin sus pantalones y sin las llaves que estaban allí. Lo sabía y podía decírselo pero, ¿qué había de bueno en ello? Otro tipo con una historia falsa mientras yo pensaba en la mía propia.