lechuza

Vi una lechuza esta noche. Vi mi primera lechuza esta noche. Estaba sentada en lo alto del poste del teléfono. Mi esposa la iluminó pero no se movió. Estaba sentada ahí, iluminada, sus ojos devolviendo el brillo de la luz. Mi primera lechuza, mi lechuza de San Pedro. Entonces sonó el teléfono. Entramos. Era alguien que necesitaba hablar. La charla terminó. Salimos nuevamente y la lechuza se había ido. Condenada sea la gente solitaria. Quizá nunca más vuelva a ver una lechuza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *