el correo
El correo se pone más pesado. Llegan más y más cartas diciéndome que soy un gran escritor, y poemas, novelas, novelitas, cuentos, pinturas. Otros sólo quieren un autógrafo, un dibujo, una palabra. Otros sugieren que la correspondencia debe continuar. Yo leo todo, tiro todo, me dedico a mis asuntos. Estoy convencido de que ningún hombre es un «gran» escritor, pudo haber sido un gran escritor, pero es un proceso que se reinicia una y otra vez, y todo el premio, los cigarros, las botellas de vino en su honor, no alcanzarán la próxima meta, y esto es todo lo que cuenta. El pasado es inútil. Ahora está en el regazo de los dioses mientras los siglos se caen en su lujuria rauda y podrida.