algo de suerte en algún lugar

Yo era un hombre viejo, trabajando allí, cerca de los cincuenta. Estuve once años allí haciendo la noche hasta que apareció un joven rubio, ingenioso, lleno de energía. Una noche me dijo, en una pausa para tomar café:

-Yo sólo estaré aquí un año. Estoy trabajando en una novela.

Veinte años más tarde, oí que todavía estaba ahí, y lo peor, que había dejado de escribir. Algunos de esos tipejos se merecen los trabajos estúpidos que odian. Muchos de esos trabajos son realizados por novelistas novatos. Yo era uno de ellos, pero de algún modo sabía que los dioses estaban observando. Así que nunca se lo dije a nadie. ¡Y aún hasta el día de hoy hay billones de personas que no lo saben!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *