acción
Estoy arriba en pijama y salida de baño, es la 1 a.m.. Luego lo escucho: el grito de una mujer resuena como si estuvieran asesinando a alguien. Hay sonidos de golpes y cosas que se quiebran. Es simplemente brutal. Bajo por la escalera y salgo por la puerta del frente. Mi esposa se queda adentro. Camino hasta la calle. Cruzando la calle, tres casas hacia abajo, un auto rojo está extrañamente estacionado, la mitad en la calle y la otra mitad en la vereda. Los gritos y los brutales sonidos continúan. Luego el auto rojo arranca, desciende por la calle y se aleja con un chillido. El muchacho grande de la casa de la esquina camina hacia mí.
-¿Qué diablos está sucediendo? –le pregunto.
-Un tipo está rompiendo todos los vidrios del auto de una mujer.
-Mierda
Hace seis meses, al muchacho grande le llenaron el auto de agujeros de bala mientras dormía. El viejo vecindario se ha ido. Luego surge un auto rugiendo marcha atrás, y continúa rugiendo mientra sube hasta arriba de la colina en marcha atrás. Se queda allí, con el motor encendido y las luces apagadas. Entonces llega la policía, estacionan el patrullero afuera de aquella casa, las luces rojas girando. Hablan con algunas personas de la casa. Luego el tipo que está arriba de la colina enciende su máquina con estruendo, arranca a toda velocidad y pasa por la casa descendiendo por la colina. Los policías se suben a su patrullero, más estruendo, y salen a perseguirlo con las luces titilando.
-Un placer haberte conocido –le digo al muchacho grande-, mi nombre es Hank.
-Yo soy Eddie.
Nos damos la mano.
-Me tengo que ir, Eddie, debo calmar a mi esposa…
-Yo también Hank, cuidate.
-Vos también.
Subo por el camino y entro a la casa.
-¿Qué pasó? –pregunta ella.
-Un amor equivocado.
-¿Hubo algún herido?
-No creo, no todavía.
Me senté en la cama junto a ella. David Letterman está en la TV. El no sabe una mierda de nada, pone la cara ante las cámaras. Yo me levanto y voy por una botella de vino.