¿Quién gobierna en Argentina?
por Máximo Redondo
Que Macri, con su notoria zafiedad intelectual e indisimulada molestia en el cargo (se tomó casi dos meses de vacaciones en el primer año de gobierno y demostró en la mayoría de sus apariciones públicas que no tiene la menor idea de dónde está parado y del desastre que ha generado a gruesas capas de la población -principalmente los más pobres y los trabajadores-), no puede gobernar es algo que se nota de acá a la China, a pesar de la abundancia de chupamedias que intentan explicar lo contrario. ¿En manos de quién estamos entonces? Muchos dicen que es una gran mescolanza, que comienza por el pibe Massa, la señora Mirtha Legrand, Magnetto, la inefable Lilita Carrió, y por supuesto el grupete de chetos del Cardenal Newman. Dentro de esta masa informe, de este experimento Cambiemos realmente frankensteiano, se han venido sumando los famosos gordos de la CGT y sus herederos (Daer, Schmidt y Acuña), que para Navidad, junto con otros referentes del sindicalismo (que mucho saben de traiciones, mafias y extorsiones) fueron a brindar con el mandatario, a saludarlo por toda la plata que robaron juntos en este primer año de gobierno, y por la firma de una ley de ganancias que sólo favorece a sus «familias» y hunde aún más en la pobreza y desesperación, si eso es posible, a los millones de argentinos que vienen padeciendo a un gobierno cuyos resultados económicos, más que catastróficos, han superado todos los récords negativos de la historia en materia de desocupación, trabajo en negro, inflación, timba financiera, deuda externa, fuga de divisas y pobreza extrema. Y a pesar de lo que dijo el general Perón, muy lejos está aún de tronar el escarmiento del pueblo. Los pocos que se movilizan y denuncian el estado de las cosas son reprimidos, perseguidos y escarnecidos en los programas de TV afines al presidente (que son todos menos el canal C5N). El asco es profundo, los excluidos del sistema aumentan, la abyección de los actos de gobierno es inmensa. Los fallos infames -carentes de todo sustento jurídico- de los jueces y fiscales adictos al poder están a la orden del día y amparan todos los estropicios e inmundicias que se están haciendo (en materia de robo y estafas al Estado argentino), como por ejemplo el memorándum con Qatar. Hoy por hoy, nos están gobernando estos gordos de la CGT, sonrientes e inconscientes del daño que le están haciendo al país. Ellos merecen ser decapitados, más aún que el presidente, que en definitiva siempre será considerado inimputable, mientras se asemeja cada vez más a Peter Sellers en Desde el Jardín, un presidente idiota al que todos veneran. Pero como dijimos, nada de esto ocurrirá: se vienen tiempos más difíciles para los argentinos y argentinas. La alternativa Massa se consolida, y sólo augura un cambio de modales donde va a seguir campeando el gerenciamiento de CEOs y líderes sindicales de esta calaña, que continuarán cometiendo desfalcos. La verdad, no se sabe de qué se están riendo en la foto.