Todo mal en Chapadmalal
(Agencia Maldita Realidad)
Los llamados «retiros espirituales» son una marca de identidad del macrismo, la «new age» cheta instalada en sus genes desde sus tiempos de ejecutivo evasor y juerguista lo impulsan a hacerlo una y otra vez, cada vez que se lo permite ahora su agenda presidencial y el calendario de normas y protocolos de un multimillonario de ley. ¡Desborda onda Mauricio, la tiene clara Durán Barba, qué tipos capos el equipo de los sueños! Eligieron dos días hábiles y enquilombados para organizar su primer retiro antes de que se cumpla, siquiera, su primer año de gestión, que ha dejado al país culo para arriba, comenzando como lo hicieron desde su primer día de gestión, a producir veinte desocupados por hora, ocho indigentes por minuto y diez millones de deuda externa por segundo. Unos verdaderos maestros. Y por supuesto que tienen que revisar lo hecho, es hora de balances y ver los efectos de las acciones y las medidas PRO. ¿Será que ni siquiera leen los diarios que los apañan, que no pueden cerrar los ojos ante tanto descalabro y destrucción de la industria, las PyMEs, las economías regionales y los trabajadores de todos los sectores, en contraste con la ostentación de los amiguitos del Cardenal Newman, los terratenientes y oligarcas de la Rural, las grandes transnacionales mineras y las empresas de energía favorecidas por Aranguren, para quienes el país marcha bárbaro, y el año que viene nos vamos a llevar el mundo por delante? Es largo el interrogante pero vale la pena reparar en las posibles respuestas. Y más si este gabinete espectacular se reúne para meditar los pasos a seguir. ¡Ojo! No es que van a jugar al truco o al poker, a juegos de roles o a darse un chapuzón en la piscina de la quinta o en la misma playa. No, cada uno va a plantear un plan estratégico para el año que viene, qué se disponen a hacer y cómo lo llevarán a cabo. Y Macri lo quiere todo bien detallado. Ya está cansado de ver indicadores económicos negativos y de marchas de protesta, ya lo tienen patilludo los organismos internacionales que reclaman por la libertad de Milagro Sala, ya está harto de las apariciones triunfantes de Cristina o Maradona en las redes sociales denigrándolo. Igualmente, lo irritan los vaivenes de la escena internacional, el triunfo de Trump y la muerte de Castro lo confunden, y no entiende un carajo de lo que pasa y las reacciones de sus pares. Se lo ve siempre distraído, sonriendo con los ojos pícaros del mafioso que se sabe impune. Los Panama Papers lo llegan a inquietar levemente, no tanto como el ascenso de Massa, que el mismo ungió como un líder opositor venerable. Ahora Mauricio debería ser más paciente y aceptar la Ley de Ganancias del Frente Renovador, soportar también los inextricables argumentos del rabino Bergman, el estilo compadrón de su amigo Cabrera, acomodar en sus sillas a la vicepresidenta y al ministro de Trabajo, las cagadas y pedos de Malcorra, etc. Van a estar en la misma mesa y tendrá que lidiar con ellos.
De cualquier modo, más allá de los problemas que se tratarán en Chapadmalal, es una oportunidad histórica para el pueblo argentino, ya que estarán todos los CEOs (Crueles Evasores Oligarcas) juntos, constituyendo un momento apropiado para atacar la residencia, anunciarles el fin del retiro espiritual y acabar pragmáticamente con el mandato de Cambiemos (obligándolos a firmar sus renuncias y a convocar a nuevas elecciones), y de hallar resistencias, terminar con sus vidas, o con su inepcia e hijaputez, que es lo mismo.
