Twitter en venta: ¿nadie la compra?
(Agencia Maldita Realidad)
Las pérdidas de la compañía del pajarito en los últimos dos años fueron del orden de los 1.000 millones de dólares. La red social, que a la vez se las ingenia para hacer una compañía transnacional de fuerte influencia en el escenario político global, se mantiene estancada en su número de usuarios, ya que las nuevas generaciones se han volcado a Instagram y Snapchat, y son escasos los recursos genuinos de publicidad que logra obtener en un mercado esquizofrénico, volcado a los redituables negocios de la usura financiera, la compra-venta de armas, drogas y seres humanos (o en su defecto, algunos de sus órganos) en la llamada Internet negra, o Internet oculta, o sótano B, o el lado secreto de Internet donde uno puede conseguir más cosas aún que las que obtiene en una navegación convencional. Pues bien, los ejecutivos están que trinan, en la bolsa las acciones de la empresa se han derrumbado, la hecatombe acecha. Apelando al corazón y la fe de los estadounidenses, y a los fanáticos de la red en el mundo (que superan a los amantes del Pokemon-Go), ya se han propuesto varios planes y fideicomisos de salvataje, encabezados por sus empresas hermanas Google y Facebook, que tienen asegurada su cuota de mercado hasta fin de siglo, lo que es demasiado pensando que recién comienza el XXI. Próximamente habrá novedades, por ahora se mantiene la incertidumbre y los llamados desesperados para que se siga condensando la realidad en no sé cuántos (no demasiados) caracteres.