Verano de san Martín
Como las golondrinas giran retrocediendo cuando están a mitad de camino sobre el mar, al toque de trompeta de una palabra ellas vinieron de nuevo a mí, las esperanzas que había olvidado regresaron de nuevo a mí.
No sé en cuál creer, ¡oh, dama de mi corazón! Tus ojos que hicieron que me quede esperando, tus palabras que nos separaron, no sé a quién creerle, a mi razón o mi corazón.
Pero que sean recompensadas mis esperanzas, o serán en vano, he soñado una visión dorada, la he recogido en el grano, he soñado una visión dorada, no he vivido en vano.
traducción: HM