Ven desde las praderas de margaritas
A casa desde las praderas de margaritas, donde aún esperas, a casa, compañera de cabeza dorada, antes que se ponga el sol, porque los rocíos están cayendo rápido y la noche viene al fin. A casa contigo, a casa y apoyar tu pequeña cabeza en descanso, segura, segura, mi pequeña querida, en el pecho de tu madre, nana, querida; tu madre te está observando, ella será tu guardiana y escudo. Nana, duerme, mi querida, hasta que la mañana brille sobre la montaña y el campo. Largas, largas caen las sombras. Todo blanco y suave en casa, tu pequeña cama está lista. Alrededor de tu cabeza hay ángeles.
traducción: HM