Mi caballero poeta
‘Quien conduce bueyes gordos debería ser gordo también’, quien canta para nobles, debería ser noble. No hay non sequitur, pienso, en eso, y es pura lógica como a, b, c. Ahora, Hector Stuart, eres un príncipe escocés, si entiendes bien tu descenso, que cae desde la gracia, y dado que no tienes pares, y dado que no tienes nobleza en absoluto, hubiese sido mejor cantar poco, a menos que hagas muecas cuando por críticos sin corazón te dispongas a un canto pequeño. Y aún, mi señor, te pido que no desesperes, la ambición conquista sólo un reino a la vez: arregla tu cabello para los laureles europeos, dos continentes, a tiempo, ¡te coronarán Tonto!
traducción: Hugo Müller