Familiaridad
Algunos sostienen que la familiaridad puede criar desprecio,
así de ella su objetivo debe ser estar exento.
No permitan que nadie ejercite su fuerza para golpearlos en la espalda,
a menos que él se olvide que su nombre es John y lo llamen Jack.
A aquellos que aplastan su banco privado sean agrios como la cáscara,
no los dejen ver su verdadero ‘yo’ y que les griten.
No llamen a su primo William Bill, pero sean formales.
¡Tengan cuidado! Cuídense de esquivar la familiaridad.
Soy bastante amable. Me quito el sombrero pero digo poco.
Le doy a la multitud la gran cepillada y voy por mi camino.
No soy snob, no me congelo ante la gente común:
pero aunque mi nombre sea Robert, por favor no me llamen Bob.
traducción: Hugo Müller