Crepúsculo
Cuando el día está hecho me aparto para plegar mis manos en descanso,
y de mis horas este momento gris es el que mejor amo,
tan quieto me siento solo y espero el atardecer,
cuando en la oscuridad las palomas gimen dulcemente y los grillos llaman.
Con corazón de humilde gratitud qué bueno es saludarlo,
¡y conocer la alegría de la soledad en el crepúsculo!
Cuando uno es lento y se desliza un poco y la vida comienza a cansar,
¡qué dulce es sentarse en paz en el crepúsculo!
Toco un simple laúd, mis notas son escasas y se desvanecen,
y pronto mis melodías enmudecerán, rezo por ser sincero.
¡Señor, deja que el tema sea el agradecimiento!
Y mientras aguardo mi llamado, más que el frenesí del mediodía
¡déjenme bendecir el crepúsculo de la vida!
traducción: Hugo Müller