¡Oh, ser extraño!
Los hipocondríacos pasan el invierno abajo de Florida y el verano arriba de los montes Adirondacks.
Vas a París y vives en champagne, vino y cognac si eres dipsomaníaco.
Si eres maníaco depresivo no vas a ningún lado cuando no deseas ser alentado,
y la gente dice “¡allí, allí!” si tus cuentas son excesivas.
Pero te quedas y trabajas día y noche y noche y día con tu nariz al aserradero si eres carpintero.
Ogden Nash, trad. HM