La velocidad magistral
Ninguna velocidad del viento o del agua precipitada
como la tuya, que es mucho mayor. Puedes trepar
y remontar una corriente de resplandor hacia el cielo,
y dar vueltas a través de la historia por la corriente del tiempo.
Y te han otorgado esta rapidez, no por apuro
ni principalmente, porque debías ir a donde estabas destinado,
pero es en el apuro de las cosas por desperdiciar,
que puedes tener el poder de mantenerte quieto,
apartado de cualquier cosa que se mueve, dices.
Dos como tú, con esa velocidad magistral
no pueden ser separados ni barridos
uno de otro una vez que se han puesto de acuerdo
en que la vida es sólo vida para siempre,
juntos ala con ala y remo a remo.