El sueño frecuentemente repetido

de Robert Frost, traducido por HM

No tuvo nada oscuro para decir al oscuro pino

que guardaba para siempre moviendo el pestillo

de la ventana de la habitación donde dormían.

 

¡Las incansables aunque ineficaces manos

que con cada toque fútil hicieron que el gran árbol

se parezca a un pequeño pájaro antes del misterio del vidrio!

Nunca fue adentro de la habitación,

y sólo uno de los dos tenía miedo en un sueño frecuentemente repetido

de lo que el árbol podría hacer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *