sin remitente

Soy perecedero, y eso es lo mejor de todo, mientras el caracol se arrastra lentamente bajo la hoja, mientras la mujer en el café se ríe con una risa horrible, mientras Francia se incendia en un crepúsculo púrpura. Soy perecedero y eso es bueno, mientras el caballo patea una piedra afuera del granero, mientras nos apuramos para ir al paraíso. Soy lo suficiente perecedero. Coloco los zapatos vacíos debajo de la cama, uno al lado del otro. Mientras el perro aúlla, el último sapo jadea y salta.

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