¿qué podés hacer?

Siempre hay alguien que tala los bosques para vos. Siempre hay alguien para hablar de Dios, para matar la carne, para desconectar el inodoro. Siempre hay alguien para enterrarte, siempre hay animales con ojos hermosos. Y siempre están esos como Esteban que se inclinan hacia mí y dicen con voz suave.

-¿Sabías que al final de su carrera Saroyan tenía otra gente que escribía para él y que les daba el veinticinco por ciento?

Eso se supone que debía hacerme sentir original y sentirme bien porque yo era un escritor hambriento, y los rechazos se acumulaban superando récords. No me hacía sentir bien. Siempre hay alguien o algo para hacerte sentir peor. Siempre está el perro muerto en la autopista. Siempre hay una niebla llena de hojas cortantes. Siempre está Cristo borracho en la taberna con las uñas de los pies sucias.

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