gran jazz
Seguís teniendo una idea de que algo va a suceder, lo podés sentir en el borde de tus uñas. Está trepando las paredes mientras el grupo de jazz sigue tocando, yendo de un coro al siguiente, sólo deslizándose, elevándose, en un dulce movimiento. Bebes sin ponerte borracho, fumás interminables cigarrillos en tu mesa del rincón. La energía sigue fluyendo. Fumar, beber y escuchar. La ciudad está aquí, el mundo está aquí. Si hay una respuesta, está aquí. Maldito sea. Resulta una vergüenza irse a mear. Aguantás. Algo va a suceder. Es como en los años veinte en Kansas City. Nena, nena, me voy a quedar aquí para siempre, tendrán que correr mis huesos de esta silla. Está sucediendo, está sucediendo, finalmente, finalmente, finalmente…